Agora as pedras têm a morte no rosto
e os meus olhos mendigam o fogo
que a noite enregela
há mil e uma sombras acampadas
neste deserto
que só um silêncio iluminaria
acendo mais um cigarro e tusso
nenhum arco toca as cordas
deste violoncelo esquecido
há um sentimento de abandono
que quase sorri à tua tristeza.
Ademar
17.11.2007
Improvisación para desengañar a la tristeza...
Ahora las piedras tienen la muerte en el rostro
y mis ojos mendigan el fuego
que la noche congela
hay mil y una sombras acampadas
en este desierto
que solo un silencio iluminaría
enciendo otro pitillo más y toso
ningún arco toca las cuerdas
de este violonchelo olvidado
hay un sentimiento de abandono
que casi sonríe a tu tristeza.
Memoria
Há 5 anos
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